Оценить:
 Рейтинг: 4.6

Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha

<< 1 ... 3 4 5 6 7 8 9 >>
На страницу:
7 из 9
Настройки чтения
Размер шрифта
Высота строк
Поля

Todos desaparecieron del lugar, menos don Quijote y Sancho, que no se pudieron mover de donde estaban.

Cap?tulo XIV

La burla que hacen a Sancho en la venta

Cuando don Quijote se recuperо, comenzо a llamar a su escudero, diciendo:

–Sancho, amigo, ?duermes? ?Duermes, amigo Sancho?

–?Cоmo voy a dormir ?respondiо Sancho de mal humor? si me parece que han estado conmigo todos los diablos esta noche?

–Puedes creerlo as? ?respondiо don Quijote?; porque, o yo sе poco, o este castillo estа encantado. Te dirе algo si me guardas el secreto mientras yo viva.

–As? lo harе ?dijo Sancho?; callarе, como vuestra merced me pide.

–Resulta ?dijo don Quijote? que esta noche vino la hija del se?or del castillo, que es la mаs hermosa doncella que pueda haber en gran parte de la tierra. Todo para poner a prueba la fidelidad que debo a mi se?ora Dulcinea. Estando, pues, en amorosa conversaciоn con ella, una mano de gigante me dio con el pu?o en la boca y un montоn de golpes que me han dejado destrozado.

–Yo digo lo mismo ?respondiо Sancho?, porque mаs de cuatrocientos gigantes me han golpeado a m?. Y vuestra merced a?n tuvo en sus manos a aquella hermosura que ha dicho, pero yo sоlo golpes y palos.

–No tengas miedo ?dijo don Quijote?, que ahora mismo voy a hacer el bаlsamo con el que curarnos. Levаntate, si puedes, y pide al se?or de este castillo que te dе un poco de aceite, vino, sal y romero para hacer el saludable bаlsamo.

Sancho fue en busca del ventero y le pidiо lo que su amo le hab?a encargado. Cuando don Quijote tuvo los ingredientes, los mezclо todos y los cociо un buen rato. Luego recitо mаs de ochenta oraciones haciendo una cruz a cada palabra que dec?a.

Don Quijote quiso comprobar que el bаlsamo era bueno y se bebiо casi un litro. Apenas lo acabo de beber, comenzо a vomitar, de manera que no le quedо nada en el estоmago. Luego le entraron unos grandes sudores y se quedо dormido un gran rato. Cuando despertо, se encontrо tan bien que creyо que hab?a acertado con el bаlsamo de Fierabrаs.

Sancho, que vio la mejor?a de su amo, quiso probarlo y se bebiо unos buenos tragos. Pero su estоmago no deb?a de ser como el de su amo, y nada mаs tomar el primer trago, sintiо que se mor?a de los vоmitos que le entraban.

Don Quijote, que ya estaba deseoso de buscar otras aventuras, preparо a Rocinante. Ayudо a Sancho a subir a su asno y llamо al ventero para decirle:

–Muchos y grandes favores he recibido en vuestro castillo, por lo que os estoy agradecido. Recordad si hay alg?n agravio que querаis vengar, que yo lo remediarе como vuestra merced me mande.

–Se?or caballero, yo no tengo necesidad de que me ayude en ninguna venganza, que eso lo sе hacer yo. Sоlo necesito que me pague el gasto que ha hecho en la venta, tanto de la paja y cebada de los animales como de la cena y la cama.

–Entonces, ?esto es una venta? ?dijo Quijote.

–Y muy honrada ?respondiо el ventero.

–Enga?ado he vivido hasta aqu? ?dijo don Quijote? porque yo pensе que era castillo, siendo as?, tendrеis que perdonarme el pago, porque no puedo ir en contra de las leyes de los caballeros andantes, que jamаs pagaron posada ni otra cosa en donde estuvieran.

–Poco tengo yo que ver con esto; pаgueme y dejеmonos de cuentos y caballer?as ?dijo el ventero.

–Sois un est?pido y un mal ventero ?dijo don Quijote.

Dicho esto, subiо al caballo y saliо de la venta, sin que nadie lo detuviera, y еl sin mirar si le segu?a su escudero.

El ventero quiso cobrar[69 - cobrar – взыскать плату] de Sancho Panza, pero dijo lo mismo que su amo, que para еl tambien val?an las leyes de la caballer?a.

Quiso la mala suerte que en la venta hubiera gente alegre y juguetona que decidiо divertirse con Sancho. Fueron hacia еl y lo bajaron del asno. Uno de los hombres trajo una manta y, puesto Sancho en el centro, comenzaron a levantarlo en alto y a re?rse de еl.

Las voces de Sancho llegaron a o?dos de don Quijote, que volviо a la venta a ver quе le suced?a a su escudero. Cuando vio lo que suced?a, comenzо a decir tantos y tales insultos que es mejor no escribirlos. Pero los hombres no paraban de mantearlo, hasta que se cansaron y lo dejaron en suelo. Le trajeron el asno y lo subieron encima porque еl no pod?a moverse.

Sancho rogо a Maritornes que le trajera un vaso de vino y, una vez bebido el vaso, saliо de la venta muy contento de no haber pagado nada, aunque el ventero se quedо con las alforjas en pago de lo que se le deb?a, sin que Sancho las echara de menos por lo mareado que estaba.

Cap?tulo XV

La aventura de los reba?os de ovejas

Llegо Sancho adonde estaba don Quijote y al verlo le dijo:

–Ahora creo, Sancho bueno, que aquel castillo o venta estа encantado, porque los que se han divertido contigo, ?quе pod?an ser sino fantasmas y gente del otro mundo? Lo sе porque no pude ni bajar del caballo para vengarme, y es que me ten?an encantado.

–Yo tambiеn me hubiera vengado, pero no pude. Aunque yo creo que los que se han burlado de m? no eran fantasmas, sino hombres de carne y hueso, y todos ten?an sus nombres, como nosotros. Lo mejor ser?a volvernos a casa, ahora que es tiempo de la siega, y cuidar de nuestra hacienda en vez de andar de la ceca a la meca[70 - andar de la ceca a la meca – слоняться, метаться туда-сюда].

–?Quе poco sabes, Sancho ?respondiо don Quijote?, de asuntos de caballer?a! Ten paciencia, que un d?a verаs quе honroso es andar en este oficio. ?Quе mayor alegr?a puede haber que vencer en una batalla? Ninguna.

–As? debe de ser ?respondiо Sancho?, pues yo no lo sе; pero desde que somos caballeros andantes no hemos vencido en ninguna batalla. Sоlo en la del vizca?no, y as? y todo vuestra merced saliо sin media oreja.

Iban conversando cuando don Quijote vio que se levantaba una gran polvareda[71 - polvareda – облако пыли] por el camino. Entonces se volviо a Sancho y le dijo:

–Hoy es el d?a en el que se verаn mi buena suerte y el valor de mi brazo. ?Ves aquella polvareda, Sancho? Se trata de un numeros?simo ejеrcito que viene por all?.

–Serаn dos ejеrcitos ?dijo Sancho?, porque por este lado se levanta otra polvareda.

Volviо a mirar don Quijote y vio que era verdad; entonces se alegrо much?simo porque pensо que ven?an a enfrentarse en aquella llanura. Pero la polvareda la levantaban dos grandes reba?os de ovejas que ven?an por el mismo camino en diferente sentido.

Tanto insistiо don Quijote en que eran ejеrcitos, que Sancho se lo creyо y le dijo:

–Se?or, ?quе hemos de hacer nosotros?

–?Quе? ?dijo don Quijote?. Defender y ayudar a los necesitados. Y has de saber que este ejеrcito que viene de frente lo conduce el gran emperador Alifanfarоn, y el otro es el de su enemigo, Pentapol?n del Arremangado Brazo, llamado as? porque siempre combate en las batallas con la manga del brazo derecho subida.

–?Y por quе se quieren tan mal estos se?ores? ?preguntо Sancho.

–Se quieren mal ?dijo don Quijote? porque este Alifanfarоn es un cruel pagano[72 - pagano – язычник, иноверец] y estа enamorado de la hija de Pentapol?n, que es cristiana, y su padre no se la quiere entregar al rey pagano.

Siguiо don Quijote nombrando caballeros y pr?ncipes que seg?n еl ven?an en uno y otro bando, ademаs de pa?ses y r?os de todas partes para destacar la importancia de la imaginada batalla. Cuando don Quijote terminо, le dijo Sancho:

–Se?or, yo no veo ni gigantes ni caballeros; quizа todo sea encantamiento.

–?Cоmo dices eso? ?respondiо don Quijote?. ?No oyes el relinchar[73 - relinchar – ржание лошади] de los caballos, el sonido de las trompetas y el ruido de los tambores?

–Yo lo ?nico que oigo ?contestо Sancho? es balido[74 - balido – блеяние] de muchas ovejas.

No resistiо mаs don Quijote y se lanzо a todo galope contra el ejеrcito de ovejas y comenzо a atacarlas con su lanza con tanto coraje que matо mаs de siete.

Los pastores le daban voces para que parara, pero еl no hizo caso. Entonces sacaron sus hondas[75 - honda – праща, рогатка для метания камней] y comenzaron a tirarle piedras. Una de ellas le rompiо dos costillas.

Don Quijote se acordо del bаlsamo, sacо la aceitera y bebiо unos tragos; pero antes de terminar de beber le alcanzо otra piedra que rompiо la aceitera y le quitо tres o cuatro dientes. Fue tal el golpe, que don Quijote cayо del caballo. Los pastores, que creyeron que lo hab?an matado, recogieron su ganado a toda prisa y se fueron.
<< 1 ... 3 4 5 6 7 8 9 >>
На страницу:
7 из 9