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90 millas hasta el paraíso

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Поля

Cuba es un pa?s maravilloso donde la gente es jovial, sociable. Ellos bailan por doquier la salsa, el merengue y el reggaetоn, siempre estаn contentos para ti. No les eres indiferente. Siempre quedan agradecidos por una propina. Y si no les ofreciste mucho dinero, sus sonrisas francas no se hac?an menos deslumbrantes. Y esto, en realidad, estа estrechamente ligado con la avaricia de Miljelen respecto a los criados.

En comparaciоn con el Marmar?s turco, donde Miljelen Calan pasaba todas sus vacaciones con la difunta Greta, los balnearios cubanos pod?an darles a los turcos cien puntos de ventaja. Las mulatas y mestizas, atractivas f?sica y sexualmente, iban y ven?an por todos lados, y las autoridades y, lo mаs importante, los varones locales, de manera demostrativa, se tapaban los ojos contemplando sus cortos amores con los extranjeros. La verdad es que la polic?a se los tapaba con peque?os billetes en pesos convertibles. Una nader?a en comparaciоn con las costumbres de la Porta aliada.

Los turcos no son tan hospitalarios. Se portan sin ceremonia en sus pretensiones importunas a los turistas, y su religiоn es demasiado severa respecto a las mujeres. La cuestiоn es otra si hablamos de la santer?a cubana con su panteоn de dioses, con collares de diminutas conchas marinas y semillas de аrboles “sagrados”.

La admiraciоn de Miljelen por los dioses paganos, que se asentaron en un pa?s de catоlicos merced a los descendientes de los esclavos, tra?dos de la costa occidental de Аfrica, se explicaba fаcilmente… En la еpoca del rеgimen de Hitler, siendo joven Miljelen, ingresо en las Juventudes Hitlerianas, donde entre los ni?os se cultivaba la lealtad incondicional al F?hrer del Reich Germаnico, la fe en la superioridad racial de los arios y el respeto piadoso al culto nоrdico de Od?n, el que encabeza el panteоn de los dioses paganos.

Desde aquel entonces transcurrieron a?os y a?os, pero pocos son los individuos que pueden cambiar radicalmente su propia cosmovisiоn. Hasta bajo el influjo permanente de los golpes del destino. En cuanto a Miljelen, su nacimiento en la patria del gran teоlogo Mart?n Lutero no le imped?a amar abnegadamente al se?or del pa?s de los Nibelungos, al Rey Sigfrido, decantado por los “escaldas” a la guerrera Krimilda[2 - Krimilda es un personaje de la obra еpica germаnica el Cantar de los nibelungos] y Od?n[3 - Od?n (nоrdico antiguo (https://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%B3rdico_antiguo) О?inn), tambiеn llamado Wotan o Woden, es considerado el dios (https://es.wikipedia.org/wiki/Deidad) principal de la mitolog?a nоrdica (https://es.wikipedia.org/wiki/Mitolog%C3%ADa_n%C3%B3rdica), as? como de algunas religiones etenas (https://es.wikipedia.org/wiki/Etenismo).], como ahora lo ve?a tan parecido al Ayaguno cubano, el dios de la guerra.

Valiеndose de los rumores que llegaron a o?dos del se?or Calan, el propio Fidel se encontraba bajo la protecciоn del dios mаs fuerte de las diecisеis encarnaciones de Obatalа, ?dolo supremo de la santer?a. Justamente por eso a еl no le da?aban las balas, ni los complots, ni las maldiciones, el pueblo lo idolatraba, a pesar de la indignante pobreza. No es extra?o, Miljelen Calan no era el primero que imaginaba a Castro, ate?sta dubitativo, como adepto de su culto.

La necesidad en la mistificaciоn se ha unido en el alma del alemаn con el abecе del anаlisis psicolоgico, despuеs de ser le?das las primeras diez pаginas del grueso tomo de Freud. La obra completa “Interpretaciоn de las visiones” еl no pudo “tragаrsela”, aunque lo le?do resultо ser suficiente para que Miljelen se creyera ser un innato psiquiatra, al descifrar los deseos escondidos de la propia nieta.

En Cuba el alemаn pod?a ayudar a Magda y el riesgo apenas ser?an cincuenta euros. En la playa don Calan contratо a uno de los gigolоs locales, con zarcillos en los dos lоbulos. El muchacho se llamaba Guillermo y le ordenо que al atardecer se presentara en la habitaciоn de su chica como si fuera un masajista para demostrarle de manera convincente todas las ventajas de la esencia masculina. Miljelen le suministrо con aversiоn un condоn, y as? Guillermo adquiriо un especial art?culo de goma.

El abuelo avisо a Magda acerca de la visita de un mago–relajador. Debido a eso, se preparо minuciosamente, literalmente dicho, se lavо con fragancias. El abuelo era tan delicado que previamente comunicо sobre su intenciоn de ir a una excursiоn a La Habana nocturna. Eso significaba que ella se quedar?a con el mago Guillermo t?te-?-t?te. ?Quer?a ella aprovechar la situaciоn? Naturalmente…

Antes de que llevara al cubano a la cama, Magda le quitо al huеsped, enmudecido y tomado por sorpresa, el sombrero de paja, de donde comenzaron a caer ciertas prendas, entre estas, el agua de Colonia y el portamonedas del abuelo. Y la videocаmara… “El macho” la pudo coger al vuelo y cuidadosamente la volviо a colocar en el puf con las palabras:

– Bitte, danke sch?n. Hard life und I am sorry… Das ist total en mobilizationen[4 - Algunas palabras tontas en alemаn e inglеs]            A lo que Magda le contestо:

– “?Cuba libre! ?Hasta la victoria siempre!”, dejо a Lаzaro en calcetines, de paso se quitо la ropa interior, y como por encanto, por la iron?a del destino, la tirо directamente en el cilindro del sombrero.

Una vez desnuda completamente la alemana, Lаzaro concibiо que el ser, que apareciо de repente del cuarto de ba?o, era del gеnero femenino. En primer lugar. En segundo lugar, no ten?a la intenciоn de armar un escаndalo por su incursiоn delictiva. Tercero, es que lo quer?a claramente…

De parte del muchacho no hab?a ni deseo siquiera, pero el miedo a veces hace maravillas…

Acabado el asunto, se vistiо apresuradamente, se cubriо la cabeza con el sombrero y se precipitо por el pasillo a la escalera, maldiciendo al cоmplice de Julio Cеsar y a la ninfa pecosa, tan аvida al amor.

No pasо un minuto siquiera y, ante la extendida y desnuda, llena de gozo y placer, Magda von Trippe, se presentо en las puertas abiertas el verdadero Guillermo. Se puso a cumplir de manera imperturbable sus compromisos pagados, lo que de ninguna manera desalentо a Magda. Todo lo contrario, la obligо a creer en la existencia del para?so en la Tierra y la convenciо de que este se extend?a en el territorio de la Isla de la Libertad.

Guillermo quedо contento de s? mismo y del condоn ahorrado…

El abuelo volviо tarde, cuando los dos pseudomasajistas ya hab?an hecho los servicios a la nieta. La puerta abierta con una ganz?a le hizo originar malas ideas y pensamientos, los cuales los compartiо con su ni?a. Solamente ahora Magda pudo recordar la extra?eza en la conducta del primer “masajista”. Le narrо al abuelo sobre su torpe intento de robar la videocаmara y, habiendo examinado sus prendas, declarо sobre la desapariciоn de un brazalete de oro, el regalo de sus padres con motivo de la mayor?a de edad.

– ?Quе apariencia ten?a este joven? – Miljelen preguntо severamente.

– Magn?fica… – respondiо Magda, y se puso a gimotear como una ni?a.

El abuelo escupiо con rabia en el piso y, habiendo descolgado el telеfono, pidiо al guardia en la recepciоn que llamara a la polic?a para declarar el hecho de un robo con allanamiento.

Los inspectores de polic?a, acompa?ados de los funcionarios del servicio de seguridad del hotel y un traductor, llegaron al cabo de treinta minutos. Ni hablar de operatividad en el caso citado.

Las declaraciones de Magda eran confusas y disparatadas. En estas no hab?a lоgica alguna. Ella reaccionaba de una manera no adecuada a las preguntas estаndares de los investigadores, como si leyera en ellas un subtexto no expl?cito sexual. Miljelen Calan, contemplando tal actitud de la nieta, estaba dispuesto a cambiar su opiniоn negativa respecto a las lesbianas desde el ?ltimo tiempo, rechazar al dios Od?n a favor del cristianismo tradicional y quemar todos los libros de Freud, salvo aquellas diez pаginas que hab?a le?do con tanta dificultad. Por fin, le llegо el turno y el alemаn cabeceо de manera positiva, cuando le preguntaron si ten?a algunas sospechas.

– Un barman con demasiado ah?nco intentaba detenerme hablando por hablar. Su nombre… Parece que se llamaba Julio… Julio Cеsar. ?Precisamente as?! – Miljelen tomо la iniciativa de la investigaciоn en sus manos – Еl se irritaba artificiosamente cuando yo intentaba apartarme de la barra, se ofend?a por la falta de atenciоn a su palabrer?a. Y a?n mаs, el barman hablaba mal de Fidel Castro y ped?a con insistencia propina.

La suerte de Julio Cеsar estaba echada…

* * *

El bot?n de Lаzaro constaba de un brazalete de oro y una ropa interior de color turquesa – una lencer?a con bordadura de encaje. Ven?a volando en su “Lada”, viejita, sexto modelo a la cita con Elizabeth      , camarera-vanguardista del hotel “Para?so-Punta Arenas”, una fe?cha de veinte y seis a?os, que sufr?a por la falta de atenciоn de su ex marido.

Cаrdenas es un peque?o pueblito. Dec?an que Juan Miguel se buscо una amante mucho antes de haberse divorciado de Elizabeth. ?Se separaron y todo! ?Para quе compartir un techo? La mujer dijo que еl nunca la quer?a, simplemente se compadec?a de ella. Siempre sent?a el complejo de inferioridad de su misericordia. Hasta reconociо que еl, Lаzaro, le regalо la felicidad… Elizabeth realmente por primera vez sintiо lo que era una pasiоn, sentir que era deseada, sentir ser una mujer, de la cual no se compadecen, sino que la quieren sinceramente…

Lаzaro deseaba ?nicamente solo una cosa – lo mаs rаpido posible conocer a los familiares de Elizabeth, que estaban residiendo en Miami. El t?o de Eliz, su tocayo Lаzaro le ayudar?a en los primeros d?as de estancia all?, luego еl solo se las arreglar?a. La meta estratеgica que era hacerse millonario, ya no parec?a ser una quimera.

En lo que se refiere a Eliz, dicho sea de paso, su cuerpo no era tan malo. Cabe decir, Lаzaro dispon?a de un pelotоn entero de chicas como ella. Pero precisamente ahora Eliz lo excitaba mucho mаs que todas ellas juntas. En ese aspecto, Lаzaro se asemejaba ser una ramera, la que goza del orgasmo viendo solamente los grifos de oro en el jacuzzi.

En opiniоn de Lаzaro, el apego a su ex marido Juan Miguel y al hijo Eliаn llegaba al absurdo. En sus proyectos a Elizabeth se le destinaba el punto clave, y еl, como una persona con instinto hipertrofiado de propietario, aguantaba a duras penas tal bifurcaciоn. Sin embargo, еl estaba mаs que seguro de que quedaba poco tiempo para compartir a Elizabeth con su ex familia. ?Lo viejo serа destruido para satisfacer lo nuevo!

El ladroncillo no pod?a concebir que el pasado estuviera formando el futuro, y a menudo lo estaba conduciendo. Los individuos de tipo aventurero menosprecian sus viejos pecados, no desean analizar sus errоneos modos de actuar. Creen que, al enajenarse del pasado, llegarаn mаs rаpido a la meta. Cuаl es su sorpresa cuando al final del trayecto se encuentran con el pasado, esta inesperada cita conlleva habitualmente a resultados infortunados.

Yendo camino a la “amada”, Lаzaro hizo una parada imprevista. Pudo ver una vaga silueta conocida en el senderito empedrado, al lado de la parte transitable.

– ?Quiеn lo hubiera dicho, Dayana! – lo dijo en voz alta y apretо el pedal del freno. El coche se detuvo chirriando al lado de la chica, en el pecho de la cual colgaba una mochila con un pituso. El “Lada” traqueteо unos segundos y se parо espontаneamente. El chоfer con dificultades hizo bajar el vidrio, se atrancaba la manecilla.

– ?Y en esta chatarra llevas a turistas? – expresо con iron?a la muchacha.

– Es que t? sabes – esto es provisional – sin salir del coche, Lаzaro lo comentо entre dientes, estando irritado con su ruidosa chatarra, la cual no arrancaba de ninguna manera.

– En tu vida todo es provisional – continuо riеndose del ex coinquilino la chulona – Aunque una sola vez hubieras venido a visitar a Xavier… – suavizando un poco el tono lo pronunciо Dayana con reproche. El pituso, al o?r su nombre, balbuceо algo ininteligible.

– Para quе visitarle, si acabo de verle – lanzо esta rеplica Lаzaro despidiеndose, estaba contento de que el coche hubiera arrancado. Apretо el pedal del acelerador, sin lamentarse dejо atrаs a su antiguo amor y no deseaba pensar en el destino del ser, en cuyas venas flu?a su sangre.

Al llegar al hotel “Paradisus Punta Arena”, se reasegurо por si acaso – no hizo parar el motor. Quiеn sabe… Con odio iba recordando sus intentos infructuosos al fallarle la llave de encendido hasta que no hubo concebido el olor de una fragancia agradable y no hubo o?do la tierna voz de Elizabeth. Ella ya hab?a saltado al asiento delantero de su coche y cerrо as? la portezuela.

– Llegaste con diez minutos de demora – le susurrо en su o?do.

– Para eso hubo causas muy sоlidas – murmurо Lаzaro, cubriеndola con besos. Hasta en este momento, despuеs de las “simultаneas”, que organizо la alemana llena de amor en el hotel “Siboney”, еl la besaba con gran placer. Su aficiоn ven?a impulsada por la comprensiоn de su completa superioridad sobre la criolla crеdula, la que deber?a convertirse en un trampol?n para su ascensiоn. Despuеs le dirа “Adiоs”, y no se pondrа a fingir su piedad hacia ella, asemejаndose de tal forma a su ex prometido. Ademаs, ella misma reconociо que la piedad solo humillaba a uno. La dejar?a abandonada sin m?nima compasiоn, en cuanto llegue la hora. Los millonarios deben tener un montоn de criollas, mulatas y “chicas” de piel negra.

– Espera, aqu? no – Eliz hizo parar a su hеroe-amante. – La mucama Lourdes trabо un l?o amoroso con un huеsped – petrolero de Rusia. Alquilо un jeep y se fue con ella a las playas del Caribe, a Trinidad. Sin dificultad alguna podemos penetrar en su bungalо… – lo pronunciо ella de una manera conspirativa, desapretando la palma de la mano y mostrando una llave magnеtica.

– Vamos – no hab?a que persuadir a Lаzaro, si se hablaba del sexo en apartamentos lujosos. De adue?arse de algo all?, еl tampoco rechazaba esa idea. Verdad es que, yendo por el camino, Elizabeth pudo convencerlo de que no lo hiciera. Ademаs, Lourdes le hizo un gran favor y ella no estaba acostumbrada a recompensar la bondad con una negra ingratitud. Еl, a su vez, aceptо lo expuesto por la amante con pocas ganas.

Un rato despuеs, ellos ya estaban en el lugar de destino. Realmente, sin ninguna dificultad, por el caminito secreto de su amiga pudieron pasar de largo la guardia por el senderito que llevaba al bungalо del hotel “Meliа Las Amеricas”.

Al entrar en la casa y viendo los enseres lujosos de sus habitaciones, Lаzaro exclamо con amargura:

– ?Por quе todo eso no es para nosotros?

– Es para nosotros, pero solo hasta las dos de la madrugada. Debo volver a Cаrdenas para las dos, de otra manera, Juan Miguel no estarа tranquilo – se puso a arrullar Elizabeth, acariciando con su mano las sobrecamas de seda de una enorme cama de dos plazas y echando una mirada “coquetona” a Lаzaro.

–As? siempre ocurre lo mismo. En este pa?s del diablo nos limitan en todo – en el tiempo y en la libertad de circulaciоn – Lаzaro se puso a cantar su vieja canciоn, arrimаndose a Eliz.

– Esta “isla del diablo”, como te expresas t? – es nuestra Patria – repuso Elizabeth.

– Y yo voy a hacer el amor con un miembro activo de la Uniоn de Jоvenes Comunistas – observо irоnicamente
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